«One Lovely Blog Award» update

Para mi sorpresa, me han vuelto a nominar para el «One Lovely Blog Award», ¡muchas gracias, Jairo, Inés, Begoña y María! Aquí os dejo mis respuestas a las nuevas preguntas. Si os perdisteis mis nominaciones, las podéis encontrar en esta entrada.

Preguntas de Jairo Lara, un gran amigo siempre dispuesto a regalar una palabra amable, y autor del fantástico blog Mots mêlés:

¿Cuál es la historia que se esconde detrás del nombre del blog?

Quería un nombre corto y fácil de recordar. Me habían recomendado que lo «bautizara» con mi propio nombre, pero quería algo más creativo. ¿Y qué hay más creativo que el arte? Además, dedicándome a la traducción audiovisual, es un nombre que da mucho juego (el séptimo arte) pero que no condiciona.

¿Cómo te abriste camino en el sector de la traducción?

Con un poco de suerte y algunos contactos, como la mayoría. Alguien que conocía a alguien que necesitaba un traductor de español. A partir de ahí, todo se trata de no defraudar a los que te dieron tu primera oportunidad e ir poco a poco haciéndote un nombre.

¿Qué es lo que más te ha sorprendido a la hora de realizar un encargo?

La verdad es que lo que más me sorprendió fue precisamente cómo llegó mi primer encargo, justo antes de finalizar la carrera. Se trataba de un boletín mensual, y tenían mucha prisa por publicarlo, así que ni siquiera me hicieron prueba de traducción: ese encargo real, ese boletín, fue mi prueba. Les gustó, y desde entonces han seguido confiando en mí.

¿Cuál ha sido el encargo que más retos o dificultades de traducción te ha planteado en tu trayectoria profesional?

La primera vez que ejercí de intérprete fue muy intensa: se trataba de una escritora que había venido desde París hasta Cartagena y la tuve que acompañar en una rueda de prensa, una entrevista radiofónica, una entrevista por teléfono y su recital de poesía. Por suerte, el recital no era una interpretación (¡hubiera sido una locura!) sino una lectura. No obstante, para una primera vez fueron demasiadas horas seguidas.

¿Trabajo en equipo o trabajo en solitario?

Soy un animal gregario. Algo que parece un poco paradójico, dado que soy freelancer, pero es verdad. Sin embargo, quiero acentuar que prefiero el trabajo en equipo, EQUIPO. Si las personas con las que voy a trabajar no están implicadas en el proyecto, no dan el 100% de lo que se espera y no demuestran compañerismo, no las considero un equipo.

¿Qué te hizo decantarte por los estudios de traducción?

Bon Jovi. En serio. Bueno, y supongo que el venir de una familia bilingüe, que desde que aprendí a escribir no haya dejado de hacerlo, que desde muy joven mis padres vieran mi interés por traducir canciones y me apuntaran a clases de inglés, y que esta fuera una de las asignaturas en las que mejor nota sacaba… se encargaron del resto.

¿Cuál es tu TAO preferida? ¿Por qué es esa y no otra?

OmegaT, porque es gratuita, y cubre perfectamente mis necesidades hasta la fecha.

¿Qué consejo le darías a alguien que empieza?

Que no se deje desanimar por esta oleada de desencanto (justificada, sí, pero ¿de qué vale fustigarse?). Que nadie lo logra si no lo intenta (una, dos, mil veces). Que las líneas de meta están hechas para los corredores, lleguen primeros o decimoséptimos, pero nunca para los que se sientan a un lado de la calle a verlos pasar. ¡Ah! Y que, por cierto, tras esa línea de meta empieza la verdadera carrera.

 Si tuvieras tiempo para empezar a estudiar una nueva lengua, ¿cuál aprenderías? ¿Por qué?

Ruso y japonés, porque son muy distintas a las que ya he estudiado, y me apasiona la diferencia.

 Si tuvieras que elegir otras lenguas de trabajo que no fueran las que tienes actualmente, ¿cuáles serían?

Alguna vez me he planteado esta pregunta, y lo cierto es que, con mi especialidad (TAV) los pares que manejo son estupendos. Casi todos los productos audiovisuales nos llegan desde Estados Unidos, y el cine francés está ahora a la cabeza de Europa. Podría haber dicho el alemán o el chino, que son las que parece tienen «más futuro», pero mucho tiene que cambiar el panorama audiovisual para que en mi caso eso se aplique.

 ¿Un sueño por cumplir?

Doctorarme, a ser posible en NYU o UCLA 🙂

Preguntas de Inés Mª Campillo, a quien sigo en su blog No olvides traducir:

¿Por qué decidiste estudiar TeI o dedicarte a la traducción profesional?

No fue una decisión fácil. No sabía si hacer periodismo, trabajo social, psicología… Pero un día mi madre me dijo que, si se me daba tan bien el inglés (de hecho, llevaba años traduciendo por gusto), por qué no hacía traducción. Pedí otras opiniones, como la de mi profesora particular de inglés, que era mi referente por aquel entonces, y todos coincidieron en que era la opción que más se ajustaba a mí. ¡Es tan cruel tener que decidir todo tu futuro a la confusa edad de 17 años! Pero hacerles caso ha sido lo mejor que he hecho en mi vida.

¿Qué aporta la traducción a tu vida?

Belleza. Sé que suena cursi, pero para mí no hay nada más bonito que la magia de poder moldear palabras ajenas para que otras personas las puedan disfrutar. 

¿Cuál ha sido la dificultad más dura a la que te has enfrentado como traductor?

Hacienda. Así, en general. No soy fan.

¿Cuál ha sido tu experiencia más satisfactoria o gratificante como traductor?

Como traductora/investigadora, mi experiencia más satisfactoria fue mi primera clase. Fue el curso de Fraseología, Paremiología y Traducción que se impartió en la universidad donde me licencié, la Universidad de Murcia, con lo que tuvo algo de simbólico, un toque romántico si quieres. Dar la clase en sí fue maravilloso, pero además ver que a los alumnos les gustó (gracias a las evaluaciones)… no hay gratificación más grande en el mundo.

¿Qué opinas de las redes sociales? ¿Crees que benefician o perjudican al traductor o a su labor como tal?

Todo depende de cómo gestiones tus redes sociales. Yo tengo Twitter y LinkedIn como redes profesionales, TraducArte tiene su propia página de Facebook. Y yo tengo Facebook como red personal. ¿Qué pasaría si un potencial cliente encontrara mi cuenta de Facebook personal? Se abrumaría porque tengo como 6000 fotos, pero no creo que se asuste si me ve en ellas con mis amigos en la playa o en un pub. Teniendo en cuenta que tengo 26 años, debería asustarse si no me viera haciendo esas cosas. Por lo demás, soy la misma persona: me gusta viajar, me gusta hacer fotos, me gusta cocinar, me gusta conversar. Y aunque «sólo» sean estados de Facebook, los escribo sin faltas de ortografía. Si pierdo un cliente por tener una cuenta personal de Facebook, es que ese cliente no estaba buscando a una persona como yo.

¿Qué haces para vender tus servicios? ¿Cómo te promocionas o das a conocer?

Lo cierto es que desde que acabé la carrera he tenido la increíble suerte de que los clientes me han encontrado a mí. El boca a oreja ha sido mi mantra, por así decirlo, durante estos últimos tres años. Sin embargo, sé que no es una opción realista ni sostenible, y estoy preparando mi página web profesional, puliendo mi CV y asistiendo a eventos como el Traduemprende para aprender a ofrecer mis servicios de traducción de una manera eficaz.

Si eres traductor profesional, ¿cómo fueron tus comienzos? ¿En qué modalidad comenzaste? ¿Recuerdas cuál fue tu primer proyecto? 

Mis comienzos, como ya le explicaba a Jairo, fueron fruto de la casualidad. Mi primer proyecto fue la interpretación que he descrito antes, y mi primer encargo de traducción el boletín del que ya he hablado.

¿Cuál es tu mayor miedo como profesional?

Supongo que el mismo que ha tenido casi cualquier profesional: el no serlo lo suficiente. El no ser suficientemente buena.  Y es un miedo que te rezaga a veces, puesto que si tú no crees en ti jamás podrás convencer a nadie de que lo haga, tienes que estar seguro de ti mismo para transmitir esa seguridad a quienes van a confiar en ti para sus proyectos. Sin embargo, también tienes que dudar un poco de ti, ser humilde, para poder ver tus errores, y si sabes mantener esta dicotomía en su justa proporción, el miedo es también la fuente de todas esas ansias de aprendizaje y de autosuperación que pueden llevarnos a ser cada vez mejores. Por ello, espero que este miedo nunca me absorba, pero al mismo tiempo espero que nunca se desvanezca.

¿Qué competencias, aptitudes y actitud consideras que debe tener un traductor profesional?

Un traductor profesional, en realidad cualquier profesional, debe amar lo que hace, volcarse en ello, entregar lo mejor de sí. Las cosas no son fáciles, y si uno no disfruta de lo que hace, corre el riesgo de a) rendirse ante la primera dificultad o b) hacer su trabajo con desidia. Además, el traductor tiene que tener siempre sed de nuevos conocimientos, pues nunca sabes lo que te vas a encontrar mañana en la pantalla de tu ordenador o detrás del cristal de la cabina.

¿Quién es tu referente en el mundo de la traducción?

Quico Rovira-Beleta y Josep Llurba, porque hacen aquello que yo quiero hacer toda mi vida: traducir para el doblaje de grandes obras cinematográficas.

Por último, ¿qué consejo le darías a quien empieza en este mundo?

Considera copiada y pegada la respuesta que le he dado a Jairo sobre esta pregunta 🙂

Preguntas de Begoña Martínez, mi exprofesora de interpretación simultánea y autora de este blog, lleno no sólo de traducción, sino de vida. (Update 1 de junio de 2013)

¿Cómo te llevas con tu familia?

Muy bien. Vivo lejos de ellos, pero nunca dejo pasar más de tres días como muchísimo sin llamar, y cuando vuelvo a casa las comidas familiares son mi entretenimiento favorito. De hecho, de un tiempo a esta parte, mi madre es mi mejor amiga. Pero no os asustéis, no somos extraterrestres: este tipo de relación ha llevado mucho trabajo 🙂

¿Quién ha sido la persona que más ha influido en tu vida?

No podría elegir a una sola persona. Supongo que mi pasión por escribir se la debo a mi abuelo Leopoldo, mi amor por los idiomas a mi abuela Maïten, y mi perseverancia a mis padres. En cuanto a lo profesional, mi profesora particular de inglés, Isabel, me convenció con ayuda de mi madre de que eligiese traducción, y Juan José Martínez Sierra hizo que me enamorara, en la Universidad de Murcia, de la Traducción Audiovisual. Y en cuanto a la investigación, sin el apoyo de Manuel Sevilla no creo que hubiera tenido tantas oportunidades.

¿De qué cosa que has hecho te sientes más orgulloso?

No sé si orgullosa es la palabra, pero estoy muy contenta de no haberme rendido todavía, de seguir persiguiendo mis sueños a pesar de que todos (o casi todos) me dijeran que intentarlo era una pérdida de tiempo. De momento no lo he conseguido, pero aún me queda la posibilidad. No sé qué sería de mí sin la posibilidad.

¿Qué objeto físico que tienes es tu favorito?

Mi cámara de fotos. No me separo de ella.

¿Qúe experiencia pasada te ha hecho cambiar más?

Conocer a mi medio limón, supongo. Es tan tranquilo que no tuve más remedio que tranquilizarme por contagio (en la medida de mis posibilidades, claro) y tan bueno que forzosamente me obliga a ser mejor persona. Tiene tanta fe en mí que es difícil no pensar que a lo mejor algo de razón tiene, por lo que mi autoestima también ha crecido exponencialmente en estos últimos 6 años.

¿Qué cosa que (puede) suceder en el futuro tienes más ganas de que pase?

Que me concedan la beca Fulbright de ampliación de estudios. 

¿Qué cosa, hasta hoy, te daba mucho miedo y la superaste?

La no-aceptación. Lo típico, creces siendo una adolescente un poco rara, que lee libros (¡puaj!) y escribe poemas (lame), y de repente necesitas que todo el mundo te quiera. Eso ya no me hace falta. Y mi medio limón tiene también mucho que ver en eso: ahora sólo necesito que me quiera quien me quiere.

¿Cuál es tu mayor miedo hoy?

Que les pase algo a los míos durante los numerosísimos períodos en los que me encuentro a miles de kilómetros de ellos.

¿Cuál es tu mayor reto hoy?

Llegar a doctorarme.

¿En qué piensas cuando algo te va mal y quieres animarte?

Tengo una lata de bombones que me regaló mi hermana. El chocolate siempre me anima, sí, pero en esta lata ya vacía desde el 1 de enero, he ido metiendo papelitos con todas las cosas buenas que me han ido pasando. Cuando me encuentro mal, la abro y leo alguna, y me doy cuenta de lo afortunada que soy en realidad.

¿Quién es tu ídolo, quién te inspira?

Mis padres.

  • Mi madre trabajaba a media jornada, gratis, para ayudar a mi abuela, y nos tenía a nosotros, dos niños pequeños y una preadolescente insoportable. Y eso no impidió que, por las noches, a curso por año y con muy buenas notas, se sacara la carrera de Psicología.
  • Mi padre, el día que tenía suerte, trabajaba 10 horas. Normalmente, 12. A menudo, fuera de casa durante meses enteros. Ha cambiado de empleo en plena crisis varias veces con tal de que le dejaran estar más cerca de su familia. Y lo ha conseguido, porque es el mejor en lo que hace nunca le ha faltado trabajo. Y, además, nada de eso le impidió hacer la carrera de Informática.

Por eso decía lo de la perseverancia antes. Si quieres algo, puedes conseguirlo. No te pongas excusas, sólo hazlo. Mis padres me han enseñado que nunca es demasiado difícil ni demasiado tarde, que sólo requiere esfuerzo. Que tus propios límites te los pones tú.

Preguntas de María Tatay, autora del blog Mamá, quiero ser traductora, y a pesar de que la he visto, ¿cuánto? Tal vez cinco días en mi vida, una gran amiga. Es de esas personas llenas de energía y dulzura, que te recuerdan cada día por qué te gustan, no sólo la traducción, sino también los traductores. (Update 3 de junio de 2013)

¿Un traductor nace o se hace?

Me gusta pensar que un poco de ambas, si entendemos «nacer» como todo lo que te hace llegar a ser quien eres antes de empezar la carrera. Si mi abuela no hubiera sido francesa, si mi abuelo no hubiera sido poeta, si mi tío no hubiera sido cinéfilo, si mi padre no hubiera sido bibliómano, si Bon Jovi no hubiera grabado Crush… ¿sería yo traductora audiovisual hoy? No lo sé.

Lo que sí sé es que ser traductor, serlo de verdad, necesita una formación, específica y continua, sobre lengua, cultura y cualquiera que sea tu especialidad. Y en ese sentido, tienes que hacerte a ti mismo cada día de tu vida, sean quienes sean los miembros de tu familia y tus ídolos adolescentes.

¿Cómo ha influido la traducción en tu vida diaria?
Ya no puedo ver una serie o peli sin preguntarme cómo habrán traducido esto o lo otro. Y, lo peor, no dejo a nadie que las vea tranquilamente tampoco 😀 
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¿Cuál ha sido la última palabra que has aprendido en tu lengua B? ¿Qué significa?
Limerance, y al buscarla en el diccionario bilingüe tuve que volver a buscar, porque en español se ha trasvasado como «limerancia». Se trata de un amor obsesivo guiado por una necesidad imperiosa de que el otro te corresponda, pero a un nivel patológico.
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¿Cuál es tu palabra favorita en castellano?
Esta pregunta es francamente difícil. Por decir, diré algo simbólico, «nube». Porque me gusta estar en ellas (tanto física como metafóricamente) y porque mi medio limón es meteorólogo 😉
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Cuéntanos algo que te haga feliz.
Mi familia, mis amigos, la comida, los libros y la música. Y si lo puedo tener todo junto, mejor (por eso adoro la Navidad).
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¿De qué traducción o interpretación te sientes más orgulloso/a?
No sé si llamarlo orgullo, pero estoy muy contenta con mi colaboración en el Refranero Multilingüe del Instituto Cervantes. Fue un proyecto que duró varios meses gracias a dos becas de colaboración universitaria, y que consistía en revisar las traducciones ya existentes de los refranes españoles de la base de datos, así como proponer traducciones para aquéllos que no tenían todavía. Al mismo tiempo, mi compañera Alba María Gálvez buscaba contextos para justificar estas traducciones. Fue una experiencia muy entretenida y muy interesante que me ha llevado a tener dos publicaciones y a impartir dos clases en la Universidad de Murcia, ¡como para no estar contenta!
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¿Qué haces en tu tiempo libre?
Veo series, exploro Barcelona para mis Traducafés, escribo en el blog, quedo con personas de carne y hueso o las llamo por teléfono si están muy lejos, y hago listas. Muchas listas. De todo. Desde listas de la compra y de tareas pendientes convencionales hasta qué meter en la maleta para Arkansas, pasando por las canciones que me gustaría cantar en un karaoke.
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¿Cuál es tu libro preferido?
Otra difícil. Un libro al que vuelvo una y otra vez es «Cyrano de Bergerac». Físicamente, mi libro favorito es una edición que tengo de «Matar a Platón» (Chantal Maillard), el último libro que me regaló mi abuelo.
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¿Cómo te organizas el día a día?
Con listas 🙂 Ahora mi vida está un poco desorganizada en general: acabo de terminar el máster y estoy dándole vueltas al tema de la tesina; acabo de enterarme de que me voy a EEUU y tengo mil preparativos que no dependen sólo de mí; estoy pendiente de un encargo que no termina de llegar… Pero, normalmente, me levanto sobre las 8:30, desayuno, leo el correo y las redes sociales, me pongo a traducir, paro a por un café, sigo traduciendo, me preparo la comida, como, veo alguna serie, estudio, estoy un rato con mi pareja cuando vuelve de trabajar y luego sigo estudiando.
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¿Algún sitio que quieras visitar?
¿Todos es una respuesta válida? La India, Vietnam, Japón, Nueva Zelanda, Argentina y Tanzania son mis top destinations. Siendo más realistas, me encantaría hacer Praga-Viena-Budapest y recorrerme Italia de punta a punta.
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Defínete con cinco palabras.
Entusiasta, resolutiva, comprometida, perfeccionista y soñadora (sólo pongo lo bueno, claro 😛 ).

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Y esto es todo, amigos. Espero que no se haya hecho muy larga la entrada, las preguntas eran demasiado interesantes para responderlas con «sí» y «no». De nuevo, Jairo, Inés, Begoña y María, gracias por nominarme. ¡Nos vemos en la blogosfera!

4 pensamientos en “«One Lovely Blog Award» update

  1. Muchas gracias por contestar, Iris. Al contrario de lo que piensas, no se me ha hecho larga la entrada. Y bueno, prefiero cambiar ese «¡Nos vemos en la blogosfera!» por ¡Nos vemos en Traduemprende!

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